jueves, 20 de mayo de 2010

MAS QUE BAILE


Querido amigo imaginario:

Ya sabes que no me sienta nada bien el invierno, ni a la piel ni a la mente. Los dioses quieren que sea primavera ¡Bienvenida!
Tengo algo de alergía a la vida; noto que estornudo con las sorpresas y que se me hinchan los ojos de tanto mirarme hacia dentro para desconocerme cada día un poco más, pero feliz, ¡Sí señor! de que sea primavera y volver a tenerte a mi lado.

Dicen que el mundo, este nuestro, camina algo revuelto. A esto le han puesto varias etiquetas: globalización, crisis, cambio climático. Los no imaginarios somos nominalistas, personajes con ansia de clasificar las situaciones para no andar más perdidos de lo que ya andamos. Pero revuelto y todo seguimos con nuestras puestas en escena para llamar la atención del público, porque en el fondo sólo queremos que nos miren, es más, que nos quieran, hagamos lo que hagamos con o sin sentido del pundonor y de la vergüenza.

Hoy ,amigo, me apetece contarte de dos personajes a los que me imagine (no como a ti, por supuesto) compartiendo una fogata en una isla, en este caso del lado de los famosos:

Uno es un político vestido de negro, elegante tribal, que menciona en mitad del campo (me reitero en que es primavera y florecen todo tipo de personajes) que comer pollo te va dando poco a poco un cierto airecillo femenino. Otro un politico vestido de religioso que cuando tiene el corral revuelto, tomando el relevo de su fumata, interpreta secretos de Fatima (una niñita santa o algo así) según convenga a la noticia.
Además de en una isla, también los aventuré participes de un programa de televisión bailando con trajecitos ajustados, juzgados por la audiencia soberana. En un golpe de efecto, a los dos con pantalla partida compitiendo a ver quien se lleva la mención del público.
No quepo en mi de gozo apreciando como sus cuerpos sociales se mueven al ritmo de una bachata melódica con una orquesta de pueblo vestida de programa televisivo.
Estoy en la disyuntiva de cuanto cuesta mandar un sms imaginario porque ando mal de labor e imaginar a quien elegiría me resulta algo costoso.

Gran amigo, hace tiempo que no te lo digo: que feliz me hace haberte adoptado. En mi infancia admiraba las historias de niños americanos depresivos, psicopatas, imaginativos y patrioticos donde ponian a un amigo imaginario en su vida. En España no teniamos de eso,yo al menos carecía de compañia que no fuera la real y me da a la nariz que en Kenia tampoco, quizá es que les tocará en los cereales del desayuno mientras nosotros desayunabamos galletas maría y en Kenia, probablemente muchos, nada.
Te reitero la promesa de seguir informandote de la fragilidad humana, la propia y la ajena, expuesta a este escaparate tan preciado: la vida.
Ahora no sé si matarte o dormirte. Hacer un milagro para resucitarte siempre tiene más caché que despertarte con un beso.
Hasta pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario